Tu Presencia

Muchas veces he comentado que yo no soy muy sensible, que a veces me cuesta "captar" esos momentos claves. Producto de eso, me puse a reflexionar sobre todos aquellos sucesos milagrosos que alguna vez me han ocurrido.

Recuerdo que estaba en primer año de Universidad, tienen que haber sido como las 7:30 de la mañana y yo iba camino a la U. Iba pensando lo difícil que se venía ese período, porque justo ya iba a entrar en las fechas de los exámenes finales. No sé cómo fue, pero de pronto, un tipo se me acerca, y me dice "ánimo, que los exámenes de la universidad no te desalienten". Me puso su mano en mi hombro y siguió caminando. Yo quedé extrañada, ¡¡¡¿¿¿cómo sabía lo que yo iba pensando???!!! Seguí caminando detrás de aquel hombre, creyendo que a lo mejor era algún profesor de la Universidad, pero no!. Él siguió caminando por Ricardo Lyon en dirección a Providencia...

Un segundo suceso me pasó a los 2 o 3 años después. En ese tiempo yo participaba en una Comunidad donde íbamos a visitar a gente de la calle, llevándoles comida, ropa, y obviamente un rato de compañía. Una tarde, me junté con una amiga para ir a comprar la comida para esa salida nocturna. Decidimos ir en bicicleta porque era mucho más rápido. En fin, no llevábamos ni la mitad del camino, cuando se pinchó la rueda de mi bicicleta. Fue una lata! El supermercado nos quedaba muy lejos, no podía devolverme a dejar la bicicleta a mi casa porque ya estábamos atrasadas, así que tuve q bajarme y seguir a pie con la bicicleta. Íbamos llegando al supermercado, cuando en eso aparece un tipo super joven, que iba en un triciclo, y me ofrece arreglar la rueda. Yo no quería que se me acercara, de hecho hasta me dio miedo porque pensé que me la iba a robar, pero él me dice "noo, tranquila, si no le voy a robar su bicicleta, sólo se la voy a arreglar". Con mi amiga nos miramos y al final se la pasé. No sé que onda, pero en su triciclo tenía todo como para arreglar la cámara de la bicicleta (los que saben un poquito del tema, cachan que se hace un medio atado, metiendo el forro en agua para captar donde se dañó y luego se parcha) Bueno, la cosa, es que él me arregló la rueda y quedó perfecta!

Lo último que me acaba de ocurrir, es muy distinto a las otras historias, pero es tan linda como las anteriores. Esto sucedió el viernes, cuando yo decidí ir al Vía Crucis que se haría en mi Parroquia. Había llegado temprano para rezar algo del Rosario, cuando en eso, alguien me habla y me dice si me puede acompañar. Literalmente quedé así : , la persona que me hablaba era mi ex pololo, con quien había terminado en PÉSIMAS CONDICIONES. Tan mal quedamos, que yo no quería verlo, y tenía prohibido a mis amigos hablar de él o del tema. Por esas cosas extrañas, cuando él me habló yo reaccioné muy tranquila, le dije que se sentara, y así fue como empezamos a conversar. Fue tan extraño, porque los dos nos pedimos perdón mutuamente, y además, él de la nada comenzó a hablarme muchas cosas que yo había estado reflexionando la noche anterior, es como si hubiera sabido todo lo que estuve pensando... Me aconsejó con tantas cosas, que en realidad me siento super afortunada.

Para mi todo esto se resume en una sola cosa: La Presencia Divina de Dios en Mi Mísera y Humilde Vida. ¿Qué más puedo pedir, si ya todo me lo ha dado?