Ha sido uno de esos días extraños, donde te pasan una serie de situaciones que no entiendes, y que una vez que llega la noche, recién entiendes que fue una jornada Providencial.
En la mañana me tocó estar con una alumna que está enferma ... tiene problemas, y yo perfectamente podría decir " ¿y a mi que me importa?". Pero no sé... no puedo ser indiferente. Es la típica persona que todos la tratan mal por no ser avispaa. Invitablemente suelo perder la paciencia con ella, porque sus comentarios en clases no suelen ser los más afortunados... pero algo tiene que en el fondo me impide ser "bruja" con ella. Finalmente supé lo que tenía...y me dio pena... Hoy, mientras ella hacía una prueba que me debía, yo la miraba ... se veía tan serena, y no podía comprender cómo una persona se muestra así, cuando en su cabecita hay 1000 ideas erróneas. No sé que se puede hacer... sólo me dediqué a tratarla con cariño. Ahí recordé el tema de la responsabilidad corredentora, es decir, tengo que una misión que es tratar bien al otro, porque nunca se sabe si a lo mejor esa sonrisa o cariño que entrego puede salvar al otro.
Luego, de eso, me topé con una persona que conocí este año. Ese encuentro me generó muchas cosas...y entre ellas a entender que soy una caprichosa, que mi problema no es de sentimientos, lo cual me lleva a creer que sí puedo cambiar. La Voluntad todo lo puede! En un comienzo no estaba contenta por el encuentro con esta persona, pero ahora creo que era necesario para entenderme, para quererme y para desear desde lo más profundo que quiero ser otra.
En la tarde... en realidad casi en la noche, estuve conversando con una niña, y me contó cosas terribles... me sentí impotente porque no puedo ayudarla, y más encima ahora me he convertido en cómplice de su sufrimiento ... no entiendo nada. Sólo puedo decir que me entristece saber que existe mucho sufrimiento y que lo mío es NADA!
Finalmente, una amiguita a la que quiero mucho, me contó sus problemas ... y de verdad es dificil ayudarla, pero al menos sé que ella tiene Fe y ese es su pilar. Obviamente las personas y las situaciones que nos pasan no son idénticas, pero siempre existe algún grado de similitud, y con esta amiga vivimos algo parecido... no entendemos el por qué... a lo mejor en esta vida nunca podremos llegar a saberlo, pero al menos queda la esperanza de que todo lo que hacemos es por Él, porque lo amamos y porque llena nuestras vidas.
Ahora pensaba que si no lo conociera, a lo mejor mi sufrimiento sería terrible! Y aunque suene una contradicción, puedo decir con certeza que nuestras cruces cobran sentido cuando las ofrecemos, ya que ese dolor se puede convertir en mi esperanza de salvación. Es decir, ese dolor puede ser mi mayor Felicidad. Muchos debe decir "yaaa esta loca la rayó en mala". Bueno, les digo que no ... mmmmm en realidad sí, estoy loca porque amo a una Ser a quien le ofrezco mi dolor más intenso, y es así que en la medida que se lo entrego, y renuncio a mis caprichosos, ese dolor se apacigua y siento que lo amo más. Es por eso, que gracias a ese dolor, amo a Cristo intensamente y siento que me salva.
En conclusión, los Caminos de Dios no son los nuestros... y menos mal que es así, ya que yo he decidido libremente entregarme a Él y ha convertirme en su instrumento, porque confío plenamente que su Voluntad es infinitamente sabia. A lo mejor, ahora hay muchas cosas que no entendemos, pero tengo la convicción absoluta que todo tiene una razón. No me cuestiono nada, ya no lloro, ya no sufro, ahora me siento más liviana porque me he entregado como instrumento. Y esa entrega ha sido mi mayor libertad.